Mi madre y yo con Marta Montalvà

Mi madre y yo con Marta Montalvà

La vida sigue, siempre encuentra el camino para seguir adelante. Y nosotros podemos decidir estar y formar parte o quedarnos aún lado. En estos tiempos raros que estamos viviendo, siento más real que está en nuestra mano construir ese mundo en el que queremos vivir. Sí, existen limitaciones, obstáculos, leyes que nos impiden volar, tener abierto nuestro negocio, juntarnos con nuestros seres queridos….. Sin embargo, también nos brinda un regalo, una oportunidad, nos brinda un espacio para conectar con nuestra esencial, luego cada uno decide si conectar o no, la cuestión es que se nos ha planteado una situación perfecta para conocernos o desconocernos un poco más.

En mi caso toda la vida conmigo y aún me sorprendo, de lo poco que me conozco, como puedo ser incoherente, contradictoria, que no ver cosas de mí que el resto, la gente que me rodea, las ven claramente, para mi toda una sorpresa claro. Pues así creo que también al descubrirnos, podemos tener la oportunidad de ver que nos sucede con el resto de relaciones y sobre todo con las que son de toda la vida, esas que no recordamos ni los inicios, pues siempre han estado ahí y por eso quizá no nos paramos a reflexionar, a observarlas, ver como nos posicionamos, como nos mostramos , nos escondemos, nos defendemos, atacamos…..y para qué esos juegos, esas dinámicas, cómo surgen y qué nos están impidiendo hacer .

La más trascendental de todas creo que es la relación con la madre, ya no tanto la relación que se tiene diariamente, que también, sino esa relación que nos une con ella, que hemos interiorizado, un patrón desarrollado desde nuestro nacimiento, lo aprendimos para sobrevivir, lo sabemos de memoria, está en nuestro ADN, es un baile que cada una interpreta y despliega, en función de cada paso que da ella, la madre, nosotros reaccionamos. En ocasiones desde nuestra herida, desde esa niña que sigue buscando ese abrazo o esa mirada que en un momento le falto y se quedo ahí, esperando esa atención de mamá. Pasan los años y eso que seguimos necesitando, lo buscamos en el resto de relaciones, y hay una ley universal, «no puedes dar aquello que no tienes». La parte sabia sería conocerse, ser sincero con una misma y saber que es lo que tenemos para dar y saber pedir aquello que necesitamos para vivir, sin manipulaciones, sino desde la sinceridad y conciencia.

En constelaciones familiares, Bert Hellinger mostraba la relación directa entre la madre y la vida, en como aceptamos e integramos a una, esta implícita la relación con la otra. Si tenemos resentimiento, reproche hacia la madre, eso se verá reflejado en como vivimos, como nos relacionamos con la vida. De ahí la importancia que creo que tiene seguir mirando, reflexionando y poniendo atención sobre esa relación que tenemos con nuestra madre, esa que hemos interiorizado, que nos hemos contado y en ocasiones no tiene nada que ver con la relación real con nuestra madre.

Por eso para marzo vuelve el retiro de «Mi madre y yo» con Marta Montalvà, los día 20 y 21 de marzo, la ubicación en Mallorca, en un lugar aún secreto, será íntimo, acogedor, como el vientre de una madre, un espacio donde podamos sentirnos seguros, respetados y confiados. Para desde ahí Marta nos invitará a hacer un viaje, con sus diferentes paradas y tempos, en ocasiones hablaremos y compartiremos, en otras escribiremos, reflexionaremos, tendremos momentos de meditación, de conectar con nuestro cuerpo, con nuestras vivencias, de rituales de paso y transición.

Me gustaría acabar comentándote un poco más de de Marta Montalvà, que a mi me ayudó y ayuda tanto, pues mediante el respeto, la presencia, la ternura, sabe conectar, desde ahí se deja llevar. Tiene una gran formación y experiencia en métodos eriksonianos, coaching, terapia sistémica, escritura, constelaciones familiares . Aunque a mi me gusta definir el acompañamiento de Marta como sí hiciera acupuntura para el alma. En tantas ocasiones, intensidad no quiere decir profundidad, sino piensa en una caricia…..tan sutil y profunda. Como decía Carl Jung «Conozca todas las teorías. Domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea apenas otra alma humana».

Si te resuena, si quieres hacerte un regalo y hacer un regalo a las personas que tienes alrededor, te invito a compartir este encuentro el 20 y 21 de marzo de 10 a 19h. Si quieres más información o eres de los inconscientes como yo y ya quieres reservar plaza, ponte en contacto conmigo.

Nos encontramos en marzo, salud y buena vida.

Caminando al lado del mar.

Caminando al lado del mar.

Durante mucho tiempo en mi vida me he empeñado en dirigirla, controlarla, organizarme la agenda para que no se me escape nada, y curiosamente lo que se me escapaba era yo.

Desde que la vida me dejo sin suelo bajo los pies, he decidido dejar la claqueta de directora y disfrutar de lo que la vida me va presentando y ofreciendo, quizá no tengo que orquestar nada, pues además….. ¿Quien me creo yo para planificar y organizar a la vida? Así que un sábado cualquiera a las 7 de la mañana salgo de casa rumbo a la playa, para una excursión-meditación por la naturaleza, si puedes asistir con Mar Millán a alguno de sus talleres o salidas a la naturaleza, te lo recomiendo, en esta ocasión acudo a «La naturaleza como oráculo».

Llego mis diez minutos antes, siempre me gusta tener margen, poder respirar relajada antes de que acuda la gente y observar el entorno, ver como el sol empieza a darnos suavemente sus caricias, aunque este día esta tímido, pues las nubes hacen acto de presencia. Antes de comenzar a caminar Mar nos lanza una pregunta al aire….»¿Qué esta obstaculizado tu vida?»………Con esa pregunta vamos haciendo la senda que nos llevará a una Necrópolis bañada por el mar. Al inicio pienso que ahora en mi vida está todo en incertidumbre, no sé nada claramente, los eventos que organizo de momento están en el aire, en tres semanas me vuelvo a mudar a una casa nueva, con nueva compañera de piso, nuevo barrio, en la pareja….mejor no pensar, mi formación en Gestalt tampoco tengo claro si podré retomarla con las circunstancias actuales, mi trabajo como agente de seguros ….. es lo único que me da algo de seguridad, valga la redundancia. Así que por un lado veo todas las posibilidades abiertas y a la vez al no haber tomado aún ninguna decisión siento que no tengo nada.

Sigo caminando, sintiendo como la arena me acaricia la planta de los pies, como prestando atención puedo notar la piedra o la espina antes de que me haga daño, eso sí tengo que estar completamente presente en cada milímetro que apoyo en el suelo, pues así hay tiempo de parar y podía evitar el dolor, hay veces que es inevitable, me voy a mi mente, a mis fantasías y me clavo la piedra. Que diferente es caminar sobre arena mojada y blanda a dura, como entre piedrecitas o losa de piedra….cada apoyo es diferente, sin embargo, aunque unos me son más cómodos todos hacen su función, me ayudan a poder sostenerme sobre mis propios pies desnudos.

Al llegar a la Necrópolis, siento la sensación de haber pisado aquella tierra antes, percibo a las gentes llevando a sus seres queridos hasta allí, el no regresar más en cuerpo y descansar. Me lleno una sensación de fluidez, de ligereza, todo pasa y todo queda como recita Machado y nos canta Serrat. Y allí estábamos nosotros, compartiendo espacio en un lugar antes sagrado, ahora transitado por turistas, caminantes…..antes con sus rituales y comportamientos establecidos, con el paso del tiempo, todo ha sido casi borrado, para dejar su huella han quedado las piedras. Se respira paz y a la vez el mar con fuerza, bravo, nosotros traemos vida y allí había muerte. Es todo a la vez y siento que así es la vida, todo sucede a la vez, tu eres el que decide que quieres atender, ella, la vida se muestra y te lo da todo.

Seguimos por la senda, caminando, pies en contacto con el agua se refrescan, limpian….y la pregunta de Mar sigue estando ahí….¿Qué esta obstaculizado tu vida? ……Claro….si la vida es movimiento, cambio, proceso, lo estancado, lo que obstaculiza te va matando poco a poco. De pronto me viene, que mi relación de pareja anterior, quizá llevaba tiempo estancada, en su propio crecimiento, se había estructurado de un modo que aunque me iba bien, era rígido, no permitía movimiento, ni proceso…. y sentí de nuevo, como las rupturas son oportunidades de vivir de una forma diferente, aunque con dolor, ese dolor nos recuerda que estamos vivos, que aún nos quedan muchos caminos, muchas relaciones por descubrir y profundizar, que nada esta estático mientras vive y menos en este caso yo, pues yo decido la vida, el movimiento y el proceso.

Al regreso Mar nos invita a que reflexionemos sobre otra pregunta…..»¿Qué es lo esencial?» …..Caminando lo desandado me doy cuenta, cómo si de pronto se hubiese encendido la lámpara…..ya no se trata de las relaciones con los otros, con el exterior, con los demás…..¿Que me pasa a mi conmigo? Veo como siempre anhelo el contacto con el otro, observando bien esa acción, me llega que me estoy impidiendo el contacto sincero conmigo, me doy cuenta como el obstáculo en mi vida era yo misma, haciéndome sombra para no verme, sin embargo, la que siempre ha estado a mi lado desde pequeña, en el parvulario, en el colegio cuando las niñas no me querían, el primer chico que me gusto y no me miraba, cuando me examine para el carnet de conducir, cuando me separe de mi primer gran amor, cuando me casé, cuando me divorcie, cuando cogía un millón de vuelos y comencé nuevas vidas, en las despedidas de mis seres queridos, en mis noches de soledad amarga, en mis borracheras, en mis salidas a meditar caminando…….siempre he estado yo, lo esencial es mi relación conmigo, y de mi depende como la quiera vivir, si llena de comprensión, amor y atención, o con máscaras, engaños y exigencias, pues al final serán reflejos para el resto de relaciones.

Cada vez tengo más claro que cada persona que me cruzo, me da más luz y comprensión para conmigo misma, no podía imaginar que un sábado por la mañana, rodeada de tanto amor y compañía, me daría aquello que estaba anhelando, el contacto conmigo misma.