Mi madre y yo con Marta Montalvà

Mi madre y yo con Marta Montalvà

La vida sigue, siempre encuentra el camino para seguir adelante. Y nosotros podemos decidir estar y formar parte o quedarnos aún lado. En estos tiempos raros que estamos viviendo, siento más real que está en nuestra mano construir ese mundo en el que queremos vivir. Sí, existen limitaciones, obstáculos, leyes que nos impiden volar, tener abierto nuestro negocio, juntarnos con nuestros seres queridos….. Sin embargo, también nos brinda un regalo, una oportunidad, nos brinda un espacio para conectar con nuestra esencial, luego cada uno decide si conectar o no, la cuestión es que se nos ha planteado una situación perfecta para conocernos o desconocernos un poco más.

En mi caso toda la vida conmigo y aún me sorprendo, de lo poco que me conozco, como puedo ser incoherente, contradictoria, que no ver cosas de mí que el resto, la gente que me rodea, las ven claramente, para mi toda una sorpresa claro. Pues así creo que también al descubrirnos, podemos tener la oportunidad de ver que nos sucede con el resto de relaciones y sobre todo con las que son de toda la vida, esas que no recordamos ni los inicios, pues siempre han estado ahí y por eso quizá no nos paramos a reflexionar, a observarlas, ver como nos posicionamos, como nos mostramos , nos escondemos, nos defendemos, atacamos…..y para qué esos juegos, esas dinámicas, cómo surgen y qué nos están impidiendo hacer .

La más trascendental de todas creo que es la relación con la madre, ya no tanto la relación que se tiene diariamente, que también, sino esa relación que nos une con ella, que hemos interiorizado, un patrón desarrollado desde nuestro nacimiento, lo aprendimos para sobrevivir, lo sabemos de memoria, está en nuestro ADN, es un baile que cada una interpreta y despliega, en función de cada paso que da ella, la madre, nosotros reaccionamos. En ocasiones desde nuestra herida, desde esa niña que sigue buscando ese abrazo o esa mirada que en un momento le falto y se quedo ahí, esperando esa atención de mamá. Pasan los años y eso que seguimos necesitando, lo buscamos en el resto de relaciones, y hay una ley universal, «no puedes dar aquello que no tienes». La parte sabia sería conocerse, ser sincero con una misma y saber que es lo que tenemos para dar y saber pedir aquello que necesitamos para vivir, sin manipulaciones, sino desde la sinceridad y conciencia.

En constelaciones familiares, Bert Hellinger mostraba la relación directa entre la madre y la vida, en como aceptamos e integramos a una, esta implícita la relación con la otra. Si tenemos resentimiento, reproche hacia la madre, eso se verá reflejado en como vivimos, como nos relacionamos con la vida. De ahí la importancia que creo que tiene seguir mirando, reflexionando y poniendo atención sobre esa relación que tenemos con nuestra madre, esa que hemos interiorizado, que nos hemos contado y en ocasiones no tiene nada que ver con la relación real con nuestra madre.

Por eso para marzo vuelve el retiro de «Mi madre y yo» con Marta Montalvà, los día 20 y 21 de marzo, la ubicación en Mallorca, en un lugar aún secreto, será íntimo, acogedor, como el vientre de una madre, un espacio donde podamos sentirnos seguros, respetados y confiados. Para desde ahí Marta nos invitará a hacer un viaje, con sus diferentes paradas y tempos, en ocasiones hablaremos y compartiremos, en otras escribiremos, reflexionaremos, tendremos momentos de meditación, de conectar con nuestro cuerpo, con nuestras vivencias, de rituales de paso y transición.

Me gustaría acabar comentándote un poco más de de Marta Montalvà, que a mi me ayudó y ayuda tanto, pues mediante el respeto, la presencia, la ternura, sabe conectar, desde ahí se deja llevar. Tiene una gran formación y experiencia en métodos eriksonianos, coaching, terapia sistémica, escritura, constelaciones familiares . Aunque a mi me gusta definir el acompañamiento de Marta como sí hiciera acupuntura para el alma. En tantas ocasiones, intensidad no quiere decir profundidad, sino piensa en una caricia…..tan sutil y profunda. Como decía Carl Jung «Conozca todas las teorías. Domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea apenas otra alma humana».

Si te resuena, si quieres hacerte un regalo y hacer un regalo a las personas que tienes alrededor, te invito a compartir este encuentro el 20 y 21 de marzo de 10 a 19h. Si quieres más información o eres de los inconscientes como yo y ya quieres reservar plaza, ponte en contacto conmigo.

Nos encontramos en marzo, salud y buena vida.

Tiempos de cambios para confiar, Y tú ¿En qué confías?

Tiempos de cambios para confiar, Y tú ¿En qué confías?

Son tiempos raros, de cambios, me digo y dices, sin embargo, lo único que creo es que ahora estos cambios son más evidentes. Hemos cambiado la forma de trabajar, o incluso el propio trabajo, la pareja, la vivienda, la forma de bajar a la calle, nuestras costumbres diarias, esas que nos parecían quizá aburridas, sin importancia, de pronto las echamos de menos y al recordarlas una punzada se clava en el estómago. Hemos cambiado la forma de salir a la calle, de saludar, ya no se dan abrazos, ya no se ven las sonrisas e incluso, cuando te cruzas con alguien por la calle, parece que se puede tocar el miedo, hay que mantener la distancia de seguridad.

Nuestra vida, esa que creíamos segura, se ha esfumado y de pronto algo nuevo ha surgido, una nueva vida donde la incertidumbre es la constante, se hace evidente y presente. Y de este modo, yo, incrédula, tenía la convicción de que este fin de semana, se haría la formación de Gestalt, que ese pequeño fragmento de mi vida, ese remanso, se mantendría. Y claro, no, no ha sido así, por supuesto. Al final se suspendió, eso sí, el viernes en grupos reducidos teníamos tutoría, para ver como estábamos, parar y mirar un poco hacia dentro, dejar de fingir que todo está bien, bajar la máscara y poder compartir lo que en ese instante te esta pulsando.

En mi caso, alterada, siento que vomité mi discurso de cambios: nuevo sistema informático en el trabajo, nueva futura compañera de piso, horario de buses, nuevas personas que iluminan mis días…..Me rindo, no puedo más. La tutora me preguntó «¿De verdad, te rindes, Paloma?» Y claro, ahí surge mi impulso de negarlo, negar siempre aunque sea evidente, defenderme y atacar. Aunque….de pronto, me doy cuenta, es cierto, a pesar de todo, aún tengo esa sensación de controlar, de creer que sé gestionarme, de decirme » yo puedo con esto, tranquila, está bien» e incluso en un acto de locura, creo pretender saber lo que va a pasar en el futuro, creer que mi fantasía, mi anhelo, se convertirá en real. Y que ilusa de mi, puedo hacer algo o influir.

Cuando nos estamos yendo, tras hablar de este cansancio, el que produce la resistencia entre el querer controlar y la evidencia del no saber, de los cambios de última hora. Marga, la tutora, nos regala una perla, » Quizá lo contrario del control no sea el descontrol, sino confiar. Estaría bien poner atención en estos tiempos, en aquello en lo que podemos confiar». Volví a casa, pasó todo un día, dos noches, paseo, borrachera, risas y lágrimas con amigas incluidas. En mi salida a correr matutina, me vino de pronto la frase «¿En qué puedo confiar yo?»

Primero pensé en las distintas personas que forman o han formado mi núcleo vital, supe que con todo el dolor de mi corazón, no puedo confiar en ellas, ni ellas en mi, las relaciones están vivas, cambian, donde hoy existe una gran amistad o un gran amor, como canta Ismael Serrano, «el amor es eterno mientras dura». Y aunque durará esa amistad, encontrar al «anam cara», la vida nos hace transitar por circunstancias, que en ocasiones nos impide estar al lado de quien queremos, nos impulsa a alejarnos, dar espacio para que otras personas lleguen y nos muestren otras formas y nuevas miradas.

Luego, pensé en mi misma, sin embargo…… mi cuerpo me fallará y falla en alguna ocasión, mi mente en ocasiones más de las que quisiera también me la juega, pues me critica, boicotea, me hace escuchar o ver partes sesgadas de la realidad, confundiéndome y viendo monstruos para quedarme paralizada, sintiéndome aislada. Esto sé que no es real, aunque en ocasiones mis pensamientos me lo susurren. No, en esto tampoco puedo confiar, ¿En mis sentidos? No, tampoco, son fáciles de engañar.

De pronto he sentido, he escuchado dentro de mi un susurro…… LA VIDA, …la vida, es lo único en lo que realmente puedo confiar. Me ha venido un llanto, una rendición al sentir esa realidad, esa verdad, ese sostén, la capacidad de soltar pues no hay nada que yo pueda hacer, es algo superior a mi. Por un largo rato he sentido que lo único era la vida, nada más.

Luego otro susurro…..AQUÍ, AHORA, ….aquí y ahora, es cierto, eso también es algo en lo que puedo confiar, la realidad es aquí y ahora, si soy consciente y buena observadora, en el aquí y ahora esta todo, está lo único, lo que es real. Creía que no había más en lo que confiar, he seguido corriendo, sintiendo las pisadas de mis pies en el suelo, cómo la tierra me sostenía y amortiguaba, cómo el aire fresco llenaba mis pulmones, las costillas se hinchaban, luego salía el aire, el calor del sol acariciaba mi espalda.

Otro susurro……LA VOZ QUE ME IMPULSA, …la voz que me impulsa, es cierto, está que en los momentos clave de mi vida, me hace girarme por una calle, tomar un avión, coger un tren, presentarme a una entrevista, coger una llamada, escribir un wasap, salir a correr, escribir un blog, decir sí aunque este temblando de miedo. Sí, en ella también confío, es más sabia que yo y cuando le hago caso y no la cuestiono, va mejor, mucho mejor, cuando mi ego se aparta y doy paso algo más allá.

Creía que ya tenía suficientes pilares en los que confiar, sin embargo, otro susurro…..LA HUMANIDAD, …..la humanidad, sí, en eso también confío. A pesar de lo tiempos raros, nos tenemos los unos a los otros, nos cuidamos desde los orígenes, gracias a eso hemos sobrevivido, es lo que nos hace humanos, esa capacidad que tenemos de conectar con el rostro que tenemos enfrente, aunque no nos conozcamos, aunque no tenga el mismo tono de piel, hable una lengua desconocida, vista de una otra forma, crea en algo diferente a lo nuestro, algo nos une, cuando somos capaces de mirarnos.

Este verano, mi corazón se rompió, como a tantos sucede, no siempre las historias de amor acaban con final feliz como en los cuentos. Aunque para mi sorpresa, creo que no es que se rompiera con una fractura sin más, a mi me van las intensidades, creo que explotó, sí, eso debió de ser, pues desde entonces veo a mi alrededor mucho más amor, es como si mi corazón ya no sólo fuera mío, sino que con la explosión ha salido de mi, ahora lo comparto con todas esas personas maravillosas que me han cuidado y cuidan, me dan confianza en que nunca estoy aislada, por muy dura que sea la caída, si sabes mirar, si se mirar, siempre hay una mano extendida, un abrazo que te acoge, unos ojos llenos de amor y ternura, una voz que te susurra «Pequeño saltamontes, esto pasará, duele, pero te prometo que pasará y volverás a reír».

Gracias, gracias por leerme, por compartir un ratito de tu tiempo, deseo que estés bien y demos gracias a la vida, que nos ha dado tanto, como canta Violeta Parra.

Un bálsamo para el alma

Un bálsamo para el alma

A veces me sucede, que cuando creo que sé algo, cuando parece que todo encaja, y es perfecto. De pronto, un sueño raro, una intuición, una reacción corporal no controlada y ¡ZAS! Vuelvo a sentir que no sé nada, que me he vuelto a confundir, que por mucho que quiera ampliar la mirada, estoy tan a gusto con el control y con mi punto de vista, que la vida me quita de un plumazo el suelo que tenía bajo los pies, para poder sentir que hay más caminos, más miradas, que son infinitos y que incluso son mejores de lo que yo podría imaginar.
De está forma siento que la vida acontece y nos sucede. Es cierto, hay vértigo, miedo, angustia,…. aunque, si me escucho sé , que no hay una sensación comparable a como cuando tengo frente a mi este vacío, con todas las posibilidades esperando y el corazón latiendo, sintiéndome viva.
Digo adiós a una etapa, a una vida que había planificado con amor, y confío en que la vida me sabrá sostener y cuidar, pues desde que nací así lo hace, me ha traído hasta aquí y la verdad, lo hace maravillosamente bien.
Momentos de dolor sí, aunque tienen un límite y después, cuando ha pasado el desgarro, en la siguiente respiración, puedo percibir la libertad, la ligereza, el sentirme sostenida y conectada por algo mucho mayor que yo.
Me apetece compartir un poema de uno de mis poetas favoritos, lo conocí gracias a Álex Rovira, es Walt Whitman, para mi leer sus poesías son bálsamo para el alma, sus palabras consiguen serenarme, sentirme comprendida, acompañada, en días como hoy los necesito.

«No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
«Emito mis alaridos por los techos de este mundo»,
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros «poetas muertos»,
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los «poetas vivos».
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas.»

Ya no hay vuelta atrás

Ya no hay vuelta atrás

Uno de los descubrimientos del confinamiento ha sido la comida macrobiótica. Había oído hablar de ella, es cierto, pero era virgen totalmente en cuanto a comerla o cocinarla. Todo empezó por un curso que me «llegó» sobre depurar el hígado, de Rosa Tutores, si no la conoces, te recomiendo mirar algún video suyo por youtube o visitar su web, contagia la pasión y el mimo que le pone a cada receta.

Pues así, de casualidad, como tantas cosas que suceden y nos hacen crecer, de pronto algo dentro de mí me dice «estoy hay que probarlo y a ver qué pasa». Y pasó, durante un mes mi cuerpo ha tenido más energía, no hay hinchazón de estómago y curiosamente también mi mente se ha relajado y las emociones son más claras.

En principio mi idea era hacer la dieta un mes, así que cuando pasó el mes volví a la carne, pasta, huevos, pan, azúcares……la comida de antes, y claro a los tres días sentía que mi estómago estaba muy enfadado conmigo y como revancha no paraba de doler e hincharse, mi energía ya no era la misma y mi mente volvía a hacer de las suyas. Entonces comprendí que ya no podía abandonar la dieta, cuando fui a s,arborçar ecotenda, a comprar el seitán y la pasta de trigo sarraceno. Eva y Mar mis «herboristeras» favoritas me dijeron «una vez comienzas, ya no hay vuelta atrás». Y algo dentro de mi asistió.

Esa frase, la he escuchado y sentido varias ocasiones en mi vida, esas acciones que no sé muy bien por qué debo hacer, algo dentro de mi me impulsa. De pronto recordé aquel retiro de silencio en Altea, que marcó rumbo en mi vida, cuando un compañero me dijo, «una vez empiezas, ya no hay vuelta atrás» en aquel momento fue el mundo del crecimiento interior, la meditación, la aventura de observarme y empezar a conocerme, también mi inicio empezó con ese pensamiento curioso «voy a ver qué pasa» y parece que es cierto, ya no puedo dejarlo, pues a mi cuerpo, mente y ser les hace bien, y de un tiempo a esta parte he decidido apostar por lo que me hace bien y alejarme de aquello que me daña.

Me ha dado por pensar que quizás el venir aquí, a la vida, también surgió con un «a ver qué pasa» y una vez estamos, ya no hay vuelta atrás. Hay determinadas acciones, y benditas acciones que se nos presentan con toda su ingenuidad y detrás se nos abre un nuevo mundo, un camino que nos hace ver y sentir distinto, y una vez lo ves, lo sientes ya no puedes volver a viejos patrones. A partir de ahí, no hay vuelta atrás, así que voy a seguir con mis inocentes » a ver qué pasa» y dejaré que la vida me siga sorprendiendo.

Gracias por acompañarme en esta aventura, si quieres compartir tu reflexión o expesar alguna opinión, aquí eres bienvenid@. Salud y buena vida ?

Bailando con la incertidumbre

Bailando con la incertidumbre

A veces tengo la sensación de que empeñarme en entender la vida, ahora, justo en este instante, con las circunstancias actuales, lo único que consigue es paralizarme y no consigo ver nada con claridad. Sin embargo, poco a poco voy observando que, cuando doy espacio a mi no saber y tiempo, todo encaja y tiene sentido. El año pasado decidí crear un blog, escribir mis vivencias, emociones, compartir un poco de mi. Lo llamé “s’embat”, por un viento mallorquín cuya característica es que sopla hacia el interior.  Muchas respuestas para mi aparecen siempre que voy hacia dentro, a veces es cierto,me surgen más preguntas, sin embargo al final, quizás lo importante y más interesante radica en la pregunta.

Debido al estado de alarma, el “s’embat” en vez de viento ha sido huracán, en varias ocasiones he conseguido habitar ese espacio interior, unas veces ha sido suave y cálido, otras doloroso y con vértigo, en otras comienza con una voz que me susurra algo, algún proyecto, idea, lugar, persona….los primeros días del encierro sentí que deseaba crear algo para compartir, de pronto lo vi, tenía que unir mis pasiones, compartirlas y qué mejor forma para mostrarme que mediante una Web.

Así que de pronto me vi hablando con mi amiga Marta Bonet para desarrollarla, empezó a hacerme preguntas: claro si quieres mostrarte, primero hay que ver qué tienes para mostrar y saber cómo quieres mostrarlo. Fue un ejercicio donde me desnudé y me miré frente al espejo, curioso lo dura y exigente que soy a veces conmigo, una enseñanza más de “s’embat”. Esa misma semana, en el programa “El bosque habitado”, de Radio 3 entrevistaron a Joaquín Araújo, recordé cuando hace dos años lo vi por primera vez y escuché la palabra «atalantar», de nuevo volvía a escucharlo, y a sentir esa palabra…..llamé a Marta, «ya sé cómo quiero mostrarme, soy atalantadora». Poco a poco iba concretando, eso que tanto me cuesta, o mejor dicho, eso que me había contado, que lo mío es divagar, el aire, las ideas. Sin embargo, esta vez siento que hay que materializar, tocar tierra, concretar.

Tengo la creencia de que la vida, siempre nos da lo que necesitamos en el momento perfecto y de pronto apareció el libro de Pema Chödrön, Cuando todo se derrumba. Para mi un libro sanador, cada frase hace que algo en mi interior se relaje. Son verdades que en ocasiones se me olvidan, como que nada es lo que pensábamos y mucho menos después del confinamiento.

Siempre bailamos con la incertidumbre, es cierto, sin embargo, ahora lo vemos más evidente en muchos aspectos de nuestras vidas, no podemos saber cuándo volveremos a volar, podremos ir a ver una obra de teatro, cenar en nuestro restaurante favorito o volver a abrazar a esa persona….Lo curioso es que esa incertidumbre siempre ha estado ahí y ahora la vida nos la hace más evidente. Así que dejo un lugar al no saber, me muestro así, me permito ser vista y aquí te presento mi web, hecha con amor, ilusión y ganas de compartir. Te invito a cotillear por ella, a preguntarme, a compartir tus sensaciones, tus emociones y vivencias. Sigo bailando con la incertidumbre, pues de momento todos los eventos están paralizados, se harán seguro, sin embargo dejo el cuándo a la preciosa incertidumbre del momento.

Me gustaría acabar este post con una frase del libro de Chödrön el cual me parece un poema y a la vez un lema para vivir «Ubicarnos orgullosamente en medio de nuestra vida, sabiendo que es un mándala sagrado».

(Evento futuro) Semilla 3, El Tiempo por Cristina Serrano

(Evento futuro) Semilla 3, El Tiempo por Cristina Serrano

SEMILLAS

*Fecha próxima, Septiembre 2020. Pronto os informaremos.

¿Y ENTONCES QUÉ ES ESTO DE LAS SEMILLAS?


“Confieso que las Semillas surgen por ser la peor alumna que conozco. Coordino actividades para fomentar la lectura y la escritura desde el año 2009. He asistido a cursos, he abandonado cursos, he leído manuales técnicos que no me aportaban lo que buscaba y así… hasta inventar todo lo que yo echaba de menos.

Otras formas de expresión como el dibujo, la música, el baile… se asocian con el disfrute, incluso con el juego. Sin embargo, imaginamos escritores solitarios a veces “locos”, encerrados con su cuaderno. En la escuela tenemos asignaturas relacionadas con la narrativa, con la redacción, con la gramática y esto convierte la escritura en algo atado a unas normas.

Con la escritura todo sucede a la inversa que en otros procesos creativos. El niño juega con sus pinturas de colores, lleva el ritmo con sus pies e incluso con su cara cuando escucha su canción favorita y éste es el comienzo. Puede detenerse en lo que le gusta sin necesidad de análisis, de pensamientos.

Llegamos a la escuela y aprendemos a escribir sin que antes hayamos tenido el deseo de garabatear letras. Nos educan para corregir lo escrito, alimentan a nuestro yo crítico y éste engorda tanto que vence al yo creador en casi todos los combates.

Primero la técnica, sin experimentar, poniéndole una mordaza a nuestra voz para acomodar nuestras palabras en un molde como aquellos dibujos que coloreábamos sin la posibilidad de salirnos de una línea.

Luego nos damos cuenta de nuestra pasión por los libros, por los cuadernos, pero ya es tarde porque nuestro yo crítico siguió creciendo y su mal humor también se intensificó.

Queremos derribar barreras, inventar historias sin juzgarlas y unir las palabras a nuestra manera sin que ninguna otra persona pueda contar lo contado como nosotros.

Todo está escrito y es difícil innovar, por ello lo importante no es lo que contemos sino cómo lo contemos.

Eso es lo que trabajaremos en este encuentro. Sin manuales que nos incordien, sin mordaza. Al finalizar cada participante habrá elegido su camino y todos reconoceremos su voz propia”

Semillas ya disfrutadas:

SEMILLA 1 – LA VOZ
Septiembre 2020


Ubicación secreta
Grupo de 12 alumnos
110 €
Sábado y Domingo de 10 a 15 con una pausa.

Contar a nuestra manera.
Si alguien puede contar nuestra historia exactamente como nosotros, no nos sirve. En este encuentro detectaremos lo que hace que nuestra voz sea diferente a la del resto.


CREATIVIDAD – Para qué – Las palabras – Cómo somos – Desbloqueo/ ”Bipolaridad”

LOS SENTIDOS – Cómo sentimos y cómo lo plasmamos en el cuaderno.

Descripciones. Sensaciones. Ambientación. Pistas para el lector.

MICROHISTORIAS – Imágenes/ Música – Precisión – Condensación – Efecto/Cicatriz

VOZ NARRATIVA – Quién cuenta la historia – Por qué la sabe – Perspectiva/Enfoque

PERSONAJES – Descripción – Diálogo – Lo que dice él/ Lo que los demás dicen de él – Pensamientos


EL PROYECTO – SEMILLAS: escritura

Durante mucho tiempo fueron talleres pero siempre me sonó a “averiado”. Luego fueron cursos y la gente esperaba un temario rígido, establecido de antemano, concreto. La gente que acude a un curso espera lecciones, doctrina, teoría.
Así que los llamé “laboratorios” porque la base era la experimentación. Pronto la palabra laboratorio llenó las redes, la nube, los eventos… Aparecieron laboratorios de cocina, de fotografía, de costura, laboratorios de poliamor, de no sé qué, de no sé cuántos… y la palabra se hizo tan cotidiana que perdió sus matices bellos.
Entonces me detuve. Frené hasta que encontrase el término. Durante meses hice listas, tormentas de ideas, lluvias de letras.

Un día el mago me preguntó:
– ¿Qué crees que aportas tú a esas personas que acuden a tu encuentro? ¿Qué cambia en sus vidas tras conocerte? Pregúntales.

Me pregunté a mí misma.
Entonces hice un viaje a Albacete para ofrecer uno de mis laboratorios, y me encontré con ex-alumnos, con amigos con proyectos. Me pidieron opiniones, respuestas, me mostraron sus dudas, sus manos, y me di cuenta de que la creatividad que juntos desbloqueamos hacía ya tiempo, había empezado a germinar y no solo en el cuaderno.

Luego vino otro viaje, corto, cotidiano, en autobús a Illescas. Con los auriculares repletos de buena música y una ventana capaz de hacer danzar el paisaje, apareció la palabra: SEMILLA.

¿Y cuáles son esas obsesiones que me invitan al cuaderno? Porque la obsesión es positiva, porque si no me obsesionase no habría creación, porque la obsesión es caminar la mirada por un lugar y de repente no poder desprenderla de un punto concreto.

En septiembre empezará todo y no empieza en Madrid, no. La primera semilla se plantará en una isla.
¿Queréis saber más?

Cris Serrano

Intento eliminar de mi vocabulario los adjetivos “bien” y “mal”, liberarme de niveles, de puntuaciones, borrar los escalones necesarios para llegar arriba y usar solo el vuelo confiado y ante el tropiezo, la broma.
Intento… decía.

Esas mujeres locas, que vuelan, que galopan, esas cinco mujeres de las que tanto os hablo vivieron conmigo más de un año y medio. Me empeñé en que tenían que ser nueve, entendí que podían quedarse en siete pero la Sra. Plath se volvió insoportable y no conseguimos convivir hasta el final de cada una de sus páginas. Me detuve en el NO, y en lugar de adaptarme a otro ritmo, al de la calma, frené en seco.

Un día apareció un lugar y me di cuenta de lo ridículas que eran mis excusas y ese constante “no es suficiente”, “no sé lo bastante”, “no he leído TODO”.
Entonces fueron cinco, las cinco mujeres que me habían apasionado y de las que tanto me queda por saber. Me gustó desconocerlas y dejar una ventana entreabierta para que quien asista a los encuentros se asome a su antojo.

Luego llegaron las SEMILLAS, encontré la palabra y empezaron las listas, tenían que ser siete, terminar con un árbol como yo, las dichosas nueve mujeres que son árbol. Regresaron los números como juego y como miedo. Apareció uno de esos miércoles en los que quiero ser la que no hace nada, la que ni siquiera espera porque le encantaría vivir en un sillón orejero.

¿Qué fue de aquella niña que confundía el amor con ser la favorita?

Entonces apareció Paloma y me mostró un jardín y pensé que quizá, y pensé otra vez que quizá… e inventé un poco de tiempo para al menos ofrecer la primera semilla y pude soñar que se cumplía el sueño porque la que puede con todo a veces necesita una mano donde apoyarse o que al menos empuje.

Esta noche estoy contenta por muchas cosas y también porque mañana será un comienzo, un viaje, un cielo nuevo con su isla y allí estará Paloma Sanz Borja que sin darse cuenta escribió en mi calendario de pared AHORA; suerte que soy de esas personas que no saben caminar hacia atrás.

A veces es necesario un cambio de escenario.
Sí, todos conocemos la teoría de cambiar de gafas, mirar de otra manera, pensar lo que se ve como nunca antes se había pensado pero… resulta complicado alterar el paisaje cuando conoces a tu ventana desde hace años.
Tu ventana puede jugar y conseguir que en agosto llueva un poco y el edificio de enfrente se oscurezca a la hora de la siesta como nunca antes lo había hecho. Es posible que la noche haya sido larga y bella y los ojos no quieran amanecer entrecerrándose un poco para empequeñecer la rutina o al menos difuminarla.

Una vez acudió a casa una estupenda cantante de México porque todas sus canciones contaban la misma historia aunque cambiase de palabras. Yo pensé que era una locura preciosa que se viniese a casa, desde tan lejos, para desbloquear su creatividad. Escribíamos en la terraza, en el suelo, tomando una cerveza, escribíamos futuras canciones que soñaban con su guitarra. La experiencia fue preciosa y creo que no habríamos conseguido tanto si se hubiese quedado en su cuarto, en su casa, en su país.

A veces esperamos que la actividad que más nos apetece nos la coloquen en el portal de casa y que coincida con ese hueco raro que quizá aparezca a deshora en una agenda llena.

Quizá lo más parecido a un verano idílico sea el juego, septiembre, una isla, un cuaderno y no saber muy bien a qué acudimos; acudir porque algo nos tienta y tenemos que elegir entre la locura de la incertidumbre o el camino ya trazado de la técnica.

SEMILLA 2 – LA MÚSICA; el sonido + el silencio
Septiebre 2020

Ubicación secreta
Grupo de 12 alumnos
110 €
Sábado y Domingo de 10 a 15 con una pausa.

“Escuchar nuestro texto; ¿cómo suenan nuestros cuentos?”

Esta semilla la dedicaremos a la segunda parte del proceso creativo: Re-escritura.
Tenemos una historia en nuestra mente, en el papel, en el ordenador. ¿Y ahora qué? ¿Cuándo está terminada? ¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de añadir, quitar, moldear nuestras palabras?
Si algo he aprendido en estos diez años coordinando encuentros de escritura es a escuchar, escuchar mis textos, mi voz cuando leo, escuchar a los escritores que acuden a la cita.
Antes de compartir tus textos en redes, antes de enviarlos a un certamen, antes de maquetarlos para convertirlos en libro, escúchalos, detente en el sonido de tu historia”
Cristina Serrano


EL RITMO- Escuchar nuestro texto. Lecturas en voz alta. La cadencia. El ritmo fónico. La extensión de nuestras frases. Adaptar nuestra historia al tamaño del cuaderno. Escribir de oído.

EL EQUILIBRIO – Las partes del texto – La información que entrego al lector- Acción y Descripción.

LA UNIDAD – Un relato se compone de fragmentos que se enlazan. La unión- La repetición. El hilo con el que cosemos las palabras.

LO CREIBLE NO TIENE QUE SER VERDADERO- Mentir bien.

LOS SECRETOS – Escribimos para un lector inteligente. Nos dirigimos a un lector que se ponga a trabajar, que intuya, que no nos pida que le contemos todo. El secreto como tema literario.

LA TENSIÓN NARRATIVA – Mantener la curiosidad del lector. Proponer preguntas. Guardarse un as bajo la manga.

¡Todo preparado!

Para asistir a este encuentro con la escritura, con vosotros mismos, solo necesitáis un cuaderno cómodo.

¿y cómo es ese cuaderno? Es importantísimo que no le tengáis respeto. Algunos llegan el primer día con un cuaderno de cuero donde bordaron su nombre con hilo de oro y no se atreven a tachar una palabra, y les tiembla ya el pulso al plasmar la primera letra, y no podrían permitirse arrancar una hoja y que queden restos.

A mí me da igual que el cuaderno sea blando, duro, gordo, me da igual que llevéis hojas sueltas, que sea un cuaderno artesano cosido por vuestra abuela durante las tardes de verano.
Lo importante es que no os preocupe el resultado porque es imposible estropear un cuaderno. Hablaremos de nuestro «yo crítico», ay…!

Sí, solo tenéis que llevar eso, un cuaderno cómodo. Del resto me encargo yo.

Para asistir a este encuentro con la escritura, con vosotros mismos, solo necesitáis un cuaderno cómodo.

¿y cómo es ese cuaderno? Es importantísimo que no le tengáis respeto. Algunos llegan el primer día con un cuaderno de cuero donde bordaron su nombre con hilo de oro y no se atreven a tachar una palabra, y les tiembla ya el pulso al plasmar la primera letra, y no podrían permitirse arrancar una hoja y que queden restos.

A mí me da igual que el cuaderno sea blando, duro, gordo, me da igual que llevéis hojas sueltas, que sea un cuaderno artesano cosido por vuestra abuela durante las tardes de verano.
Lo importante es que no os preocupe el resultado porque es imposible estropear un cuaderno. Hablaremos de nuestro «yo crítico», ay…!

Sí, solo tenéis que llevar eso, un cuaderno cómodo. Del resto me encargo yo.

Para asistir a este encuentro con la escritura, con vosotros mismos, solo necesitáis un cuaderno cómodo.

¿y cómo es ese cuaderno? Es importantísimo que no le tengáis respeto. Algunos llegan el primer día con un cuaderno de cuero donde bordaron su nombre con hilo de oro y no se atreven a tachar una palabra, y les tiembla ya el pulso al plasmar la primera letra, y no podrían permitirse arrancar una hoja y que queden restos.

A mí me da igual que el cuaderno sea blando, duro, gordo, me da igual que llevéis hojas sueltas, que sea un cuaderno artesano cosido por vuestra abuela durante las tardes de verano.
Lo importante es que no os preocupe el resultado porque es imposible estropear un cuaderno. Hablaremos de nuestro «yo crítico», ay…!

Sí, solo tenéis que llevar eso, un cuaderno cómodo. Del resto me encargo yo.


He dedicado el fin de semana a ordenar ideas, textos, videos…
La semilla 2 comenzará con el ritmo, el sonido del texto, de las palabras. Pasaremos después a todo eso que hay que cuidar en nuestro cuaderno y que parece invisible. Hablaremos del hilo que enlaza cada uno de los párrafos, un hilo que nadie ve pero del que debemos ser conscientes. Veremos que no es lo mismo real que creíble… mentiremos hasta que nos crean.
Ah, y no podemos dejar de lado uno de mis temas favoritos: el secreto. Todas las historias esconden uno. ¿Os habéis parado a pensar en todo aquello que los escritores escriben entre líneas? La historia se compone de lo que contamos y de lo que callamos. ¿Cómo sabemos que un personaje está en silencio? ¿Es posible hacer callar al narrador?

Para asistir a este encuentro con la escritura, con vosotros mismos, solo necesitáis un cuaderno cómodo.

¿y cómo es ese cuaderno? Es importantísimo que no le tengáis respeto. Algunos llegan el primer día con un cuaderno de cuero donde bordaron su nombre con hilo de oro y no se atreven a tachar una palabra, y les tiembla ya el pulso al plasmar la primera letra, y no podrían permitirse arrancar una hoja y que queden restos.

A mí me da igual que el cuaderno sea blando, duro, gordo, me da igual que llevéis hojas sueltas, que sea un cuaderno artesano cosido por vuestra abuela durante las tardes de verano.
Lo importante es que no os preocupe el resultado porque es imposible estropear un cuaderno. Hablaremos de nuestro «yo crítico», ay…!

Sí, solo tenéis que llevar eso, un cuaderno cómodo. Del resto me encargo yo.

Sí, disfrutaremos, lo sé.